miércoles, 23 de octubre de 2013

FARSA INSTANTÁNEA

Tan solo queda el papel;
 Infiel imagen de lo que dejó de existir
Que transmutó vidas en plano yermo de dimensión
Sin texturas, sin sonidos, sin rastro de emoción.
 


Miente la calidez del virado a sepia
Encerrando, tras su embuste,
El hielo negro de unos párpados yertos,
De manos, bocas y pies quietos.

Observan los ojos sin romper el silencio,
Vanos de alma y sobreexpuesto el gesto,
Logrando a penas sembrar anchas dudas
Que se deforman y abultan ante mis ojos ciegos.


Me acerco y observo atenta la distancia
De tangencias imposibles a mi tiempo
Y me sorprendo con similitudes de miradas
que ahora son en rostros heredados e inconexos.


Del reflejo de paz que se tragan las grietas,
Que nunca fue cierto,
Surge el ave negra que pone orden al tiempo
Y sobrevuela en círculos una antigua miseria.


Tan solo queda este papel de diez por cuatro
Poso de vida que ya no es
Donde se agolpan excelsos los años
Enmascarando de farsa la verdad de ayer.

 

martes, 15 de octubre de 2013

DOS VICTIMAS

No éramos una pareja normal; ella no quería tomarme de la mano, así que tenía que sujetarla firmemente por los hombros. Tampoco quería decirme su nombre ni a que piso debíamos subir en el ascensor una vez dentro de su portal, así que decidí por ella y elegí el tercer piso.

Al cerrarse las puertas y comenzar a elevarnos empezó a lloriquear. Primer piso y los gemidos se transformaron en gritos desgarradores que conseguían ponerme nervioso. Segundo piso y sucedió un forcejeo que precipitó una gota de sudor por mi sien. Odiaba esa reacción en las chicas, detestaba las miradas de pánico y esa debilidad…., así que puse mi mano en su boca para detener sus gritos. Tercer piso y al fin se había relajado.

Cuando el ascensor abrió de nuevo sus puertas comencé a caminar, pero ella no avanzaba. Al retirar mi mano de su boca, se me escurrió entre los brazos cayendo de bruces y con gran estruendo contra el suelo de mármol del descansillo. Mi mano había asfixiado sus gritos y también su vida. El verde de sus ojos se ancló a mi mirada y me embelesé observando cómo el ascensor, una vez tras otra, le golpeaba la cintura intentando cerrar sus puertas sin conseguirlo.

El sonido de unas llaves en el piso de arriba cortó el hilo que me unía a sus pupilas y, sabiendo que hoy tampoco conseguiría conocer el amor, bajé los escalones de dos en dos hasta salir de su portal dejando, en la huida, un rastro de violetas muertas en el jardín.

 

jueves, 3 de octubre de 2013

A SARA

Te vi, color de fresa
cuando aún compartíamos universo,
mi mundo excesivo y tu planeta escaso,
conectados en un hilo
de color morado.

Protestaste ¡y es para tanto!
pues aún no habías
decidido el cuándo.

Te empujaron a la vida
y te abrieron el telón
sin haberte preparado
aún el guión.

Azucarillo blanco,
mejillas ababol,
candorosa dulzura
se agolpa en tu corazón.

De grandes alas blancas
que planean bajo el sol
surcando un cielo preñado
de nubes de algodón.

Tu mirada, miel de abejas,
sosiega mi razón
y me embadurna el alma
con un aroma dulzón.

Hay incienso en tus ojos,
me perfuma el corazón,
emborrachando mi espíritu
con tibias gotas de licor.

miércoles, 2 de octubre de 2013

A ÁNGELA

Tristes están los girasoles
Pues solo miro tus ojos
Y no veo ya sus colores.

Abatidas crecen las amapolas
Porque yo estoy contigo
Y ahora ellas están solas.

Ya no cantan los gorriones
Y es que por mi ventana
Solo se oye tu risa a borbotones.

No vuelan ya las mariposas
Pues, bajo el sol,
Resplandeces tú más que todas las cosas.

 El cuco bajo la luna ya no canta
Porque tú solo oyes
La nana que mamá te canta.

Lloran y lloran las estrellas
Y es que en la noche
Tú brillas más que ellas.

Ya no quiere salir la luna
Cuando, de madrugada,
Estas durmiendo en la cuna.

Las abejas ya no quieren hacer miel
Pues no existe más dulzura
Que la de tu joven piel.

Y es que ya no quiero primaveras,
Ni paseos bajo el sol,
Ni que a mis pies crezca la hierba,
Sólo escuchar la música de tu voz.

Ni un bello amanecer,
Ni campos con espigas,
Tan sólo verte crecer
A ti, Ángela, mi niña.