miércoles, 19 de junio de 2013

EN UNA MIRADA SEPIA


Se abren paso en el tiempo
Tus ojos de cartón
Y me hieren las palabras
Que adivino en su interior.

Quiero sentarme a tu lado,
Cogerte la mano inmóvil,
Que me cuentes de tu viaje;
Escuchar por fin tu voz.

Lentamente avanzan grietas
Que se tragan tu mundo,
Mientras tu mirada sepia
Me habla con leguaje mudo.

Quiero entenderte, lo intento.
Te doy mil vueltas,
Te sueño.
Te busco, en señales,
Te siento.

Y vuelvo a mirarte de frente.
Vuelven a hablarme tus ojos.
El silencio todo lo envuelve,
Y apenas vuelvo a entenderte.

Quizá en el rincón más remoto
De algún sueño profundo
Puedas cruzar ese puente
Que une nuestros dos mundos.

En ese rincón olvidado
De nuestra propia conciencia,
Desbrozar el camino anegado
De secretos; abrir nuevas sendas.

 

jueves, 13 de junio de 2013

NADA CAMBIARÁ MI MUNDO

Tal día como hoy vi la luz por vez primera. A mis recién estrenados 39 años aún disfruto como los niños de mi día. Me han augurado un buen año y, aunque los tiempos que corren no hacen propicio el toparse con la suerte, creo a pies juntillas en esta premonición. Sé que para mirar a la felicidad a los ojos sólo has de poseer a alguien por quién luchar y te has de topar de bruces con ella cuando buscas en tu interior las fuerzas necesarias para hacerlo y las encuentras.

Yo lo he hecho tantas veces que siento haberme encontrado a menudo con la felicidad, ese ser esquivo, casi mitológico y literario a penas. A veces he pensado que la suerte nunca estuvo de mi lado. Ahora sé que siempre ha estado ahí y que lo único que me faltaba eran unos ojos que supieran mirarla. Ahora ya lo tengo todo; mis soles, mi luna, mis estrellas, mi cielo y un universo de palabras que atravieso a menudo, que compongo y recompongo, que aderezo. ¿Qué más podría desear? Nada cambiará mi mundo.


Mónica Alarcón Illanas



lunes, 3 de junio de 2013

EL PUENTE

Abajo del puente;
Corriente continua,
Rumor cristalino.
Traspasa sus ojos
En Remanso y remolino.

Fluye sin pausa
Abriendo una brecha
Entre dos orillas;
Un tajo profundo
Que orada la tierra.

Entre los juncos
Los niños juegan,
Le tiran piedras,
Al río que se escapa
Y serpentea.

El sol perfora
La copa de un sauce
Donde trina un gorrión
Que endulza el aire.

A La sombra, una fiesta:
Gentes; más de cuarenta
Y otros que no se cuentan
Pero que se sienten cerca.

Estrechan sus lazos de antes
Los que de niños volaban al aire
Y que hoy rebobinan el mundo
Y detienen el tiempo un instante.

“Hoy nacerá un poema”.
Me dijo alguien en la fiesta
Sin imaginar que los versos
Ya volaban libres
De esta orilla a la opuesta.

Que el sol abandonó,
Ni nos dimos cuenta.
Recogimos y llevamos de vuelta
Más de lo que trajimos a cuestas.

Allí quedó el puente
Que alguien tendió un día
Para cerrar la brecha
Entre dos orillas.

Y a estos versos
En corriente continua,
Al igual que el río,
No les pondré final
Sino puntos suspensivos
…….