viernes, 26 de abril de 2013

LINEAS

Las hay verticales que, paralelas,
se encuadran
y abren puertas.

Horizontales infinitas
que siegan el mar
y lo segmentan.

Yo las he visto trazadas en la tierra;
horizontales, paralelas y férreas,
que describen curvas
y, en algunos tramos, rectas.

Son las que siempre me tientan
a abandonarlo todo
y redibujarlas, divergentes, con mi estela.

Siempre preferí las tangentes
que acariciaban en un punto
las curvas tímidamente.

O las secantes, que iban más allá
y en dos puntos se atrevían
a la curva tocar.

Existen las que en punta de flecha acaban
que, colocadas perpendiculares,
señalan los cuatro puntos cardinales.

Las que en diagonal discurren,
atraviesan el corazón y lo unen
a dos puntos de coordenadas
creando figuras en el espacio proyectadas.

Paralelas son también las de mi frente
que a mi pesar se acumulan,
sin mi permiso se extienden,
y al curso del tiempo no mienten.

Transversales y oblicuas en tus manos
que en mi destino convergen
y se tocan en los puntos adecuados
que las convierten en tangentes.

Pero si he de elegir alguna
no me va a caber la duda
que me quedo con la curva
que en tus labios se dibuja.

Y en el roce con los míos
todo cálculo varía
haciendo inexacta
cualquier ley de geometría.





jueves, 11 de abril de 2013

EN EL AIRE



 Viajera del tiempo, incansable
Llevas años haciendo el equipaje
Y no acabas de marcharte;
Te vas por partes.

Tu naranja, a gajos, se esfumó temprana,
Después fueron los recuerdos,
Más tarde tu cordura y tu alma;
Tan solo te queda el cuerpo.


Manos extrañas cada día
Se empeñan en peinar tus canas
Estiran tus rizos, mas no los amansan;
No hay orfebre que dome su plata.


Tus manos, mil líneas de bienaventuranza,
Que bordaron los talles de cinco hermanas
Y que ahora, temblorosas, se agarran
A esta vida que ya no te da nada.

 Tantas cosas recuerdo….;
El rojo de tu carmín en los labios,
La manicura encendida de tus manos,
La nata de los helados en verano,
Las grietas y el sepia de tus retratos,
El cuadro azul con un tren que volaba
Y humeaba en la pared de aquel cuarto.
En los domingos, el olor del asado
Cuando en tu casa nos juntábamos.
Y aquel Jesús de chapa
Que oteaba desde lo alto de tu armario.


 No estaré triste con tu partida.
Entenderé que, con casi un siglo a tus espaldas,
Esta vida ya no es vida, sino carga.

Así que vuela, hazte liviana,
Toca el infinito cielo con tus manos
Recompón, ya por fin, tu naranja
Que allí arriba están esperando
Los gajos que hace tiempo te faltan.


 Y no creas que nos abandonas
Que aquí nos quedamos parte de tu persona;
Unas poseen tus bucles,
Otras el color de tu mirada,
Tu andar, tu acento,
Y un trocito de tu alma.


Y cuando llegues arriba
Cuídanos a todos, abuelita,
Que no nos vendrá mal tenerte
Como un ángel que nos guía.



Si te vas me haré mayor
No seré nieta de nadie
Aunque tú siempre estarás,
Mi abuela, Pepa, en el aire.

viernes, 5 de abril de 2013

ABABOLES

Dime donde están,
¿Dónde pueden haber ido?
¿Acaso alguien las robó,
Sin tan siquiera haber nacido?

En la paleta del campo
Falta el color colorado
Dime, ¿no te has enterado?

Será que han decidido
No hacer sangrar al trigo
Por eso no han ido a nacer,
Por eso vivir no han querido.

Aquellas encarnadas que en marzo
Se abrían tapizando orillas,
Laderas y anchos campos.

Aquellas intrusas menudeando
Entre las doradas espigas de los sembrados
Nos han querido dejar huérfanos
Del terciopelo de sus pétalos.

Volved a los pies de mi árbol
Que su verde es menos verde
Sin vuestro rojo encarnado.

Salpicad de escarlata los cereales,
Granad las cosechas, ababoles,
Que el viento repique vuestras campanas,
Que el viento se preñe de vuestro polen.

Derramad la belleza contenida
En vuestro efímero cáliz, maripolas,
Iluminando los campos de vida.

Delicadas amapolas,
Yerba-viento, ¿quién os ata?
¿Quién os retiene presas?
¿Quién os robó la belleza?

Volved raudas, que os requiero
En el borde de algún sendero,
En las lindes y veredas de mi pueblo.

Romped el monocromo del campo,
Papelead al viento templado,
O elevaros hasta mis mejillas
Donde pueda adivinaros.



(A día de hoy, las amapolas aún no han florecido y es algo que me ha llamado mucho la atención. ¿Acaso también nos las han recortado? ¡No, por ahí no paso!)