viernes, 26 de abril de 2013

LINEAS

Las hay verticales que, paralelas,
se encuadran
y abren puertas.

Horizontales infinitas
que siegan el mar
y lo segmentan.

Yo las he visto trazadas en la tierra;
horizontales, paralelas y férreas,
que describen curvas
y, en algunos tramos, rectas.

Son las que siempre me tientan
a abandonarlo todo
y redibujarlas, divergentes, con mi estela.

Siempre preferí las tangentes
que acariciaban en un punto
las curvas tímidamente.

O las secantes, que iban más allá
y en dos puntos se atrevían
a la curva tocar.

Existen las que en punta de flecha acaban
que, colocadas perpendiculares,
señalan los cuatro puntos cardinales.

Las que en diagonal discurren,
atraviesan el corazón y lo unen
a dos puntos de coordenadas
creando figuras en el espacio proyectadas.

Paralelas son también las de mi frente
que a mi pesar se acumulan,
sin mi permiso se extienden,
y al curso del tiempo no mienten.

Transversales y oblicuas en tus manos
que en mi destino convergen
y se tocan en los puntos adecuados
que las convierten en tangentes.

Pero si he de elegir alguna
no me va a caber la duda
que me quedo con la curva
que en tus labios se dibuja.

Y en el roce con los míos
todo cálculo varía
haciendo inexacta
cualquier ley de geometría.





2 comentarios:

  1. Me pido las líneas curvas que se dibujan con un sueño y se desdibujan con un beso. Esas líneas rebeldes que incumplen las leyes de la geometría para crear su propio universo.

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    1. Las rebeldes pintadas sin proyecto
      En un arrebato, en un antojo.
      Desordenadas a conciencia
      Desbaratadas, que se cruzan
      Que se rozan, que se funden en una sola.

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