jueves, 11 de abril de 2013

EN EL AIRE



 Viajera del tiempo, incansable
Llevas años haciendo el equipaje
Y no acabas de marcharte;
Te vas por partes.

Tu naranja, a gajos, se esfumó temprana,
Después fueron los recuerdos,
Más tarde tu cordura y tu alma;
Tan solo te queda el cuerpo.


Manos extrañas cada día
Se empeñan en peinar tus canas
Estiran tus rizos, mas no los amansan;
No hay orfebre que dome su plata.


Tus manos, mil líneas de bienaventuranza,
Que bordaron los talles de cinco hermanas
Y que ahora, temblorosas, se agarran
A esta vida que ya no te da nada.

 Tantas cosas recuerdo….;
El rojo de tu carmín en los labios,
La manicura encendida de tus manos,
La nata de los helados en verano,
Las grietas y el sepia de tus retratos,
El cuadro azul con un tren que volaba
Y humeaba en la pared de aquel cuarto.
En los domingos, el olor del asado
Cuando en tu casa nos juntábamos.
Y aquel Jesús de chapa
Que oteaba desde lo alto de tu armario.


 No estaré triste con tu partida.
Entenderé que, con casi un siglo a tus espaldas,
Esta vida ya no es vida, sino carga.

Así que vuela, hazte liviana,
Toca el infinito cielo con tus manos
Recompón, ya por fin, tu naranja
Que allí arriba están esperando
Los gajos que hace tiempo te faltan.


 Y no creas que nos abandonas
Que aquí nos quedamos parte de tu persona;
Unas poseen tus bucles,
Otras el color de tu mirada,
Tu andar, tu acento,
Y un trocito de tu alma.


Y cuando llegues arriba
Cuídanos a todos, abuelita,
Que no nos vendrá mal tenerte
Como un ángel que nos guía.



Si te vas me haré mayor
No seré nieta de nadie
Aunque tú siempre estarás,
Mi abuela, Pepa, en el aire.

5 comentarios:

  1. ¿Qué voy a decir? ¿Que me ha emocionado la idea de recuperar esos gajos que se marcharon? ¿Que no hay orfebre que pueda con esa plata rebelde? Sigue escribiendo, me gusta mucho leer cosas así.

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  2. Mónica, sinceramente, nunca, y mira que leo, he interiorizado unos versos con tanta emoción y belleza.
    Me has conmovido de nuevo.
    Eres grande!
    Un fuerte abrazo

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    1. Gracias, Beatriz. La emoción se me pega a la garganta a mi tambien cuando lo releo. Me sorprendo que pueda transmitiros las mismas emociones. Un beso.

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