lunes, 16 de diciembre de 2013

TIEMPO POETICO

Rima
Un
Jilguero
En
La
Rama
De
Un
Verso,
En
El
Cielo
Luce
El
Soneto.
¡Por
Fin
Es
Poesía!



POEMA SELECCIONADO EN EL CONCURSO DE POESIA "VERSOS EN EL AIRE II" DE DIVERSIDAD LITERARIA: http://www.diversidadliteraria.com/concursos/resultados-concursos/versos-en-el-aire-ii/

miércoles, 11 de diciembre de 2013

MAS GETAFE, Nº 39 Sección: GALERIA DE ESCRITORES

..... y Papá Noel vino por anticipado.



Primera publicación en el periódico local MAS GETAFE en su número 39, año I del 11 de diciembre de 2013 en la sección: GALERÍA DE ESCRITORES.

POEMAS:
DE FANTASMAS Y SUEÑOS http://paperbubble.blogspot.com.es/2013/05/de-fantasmas-y-suenos.html
SER ESTRELLA http://paperbubble.blogspot.com.es/2013/02/ser-estrella.html

Una emoción enorme!!

Mónica.

martes, 26 de noviembre de 2013

PERROS


Estoy llena de fieras
terribles
enormes
de dos cabezas.
Despertaron a un soplo de viento
cargado de ausencia,
a la punzada del silencio invisible
del dardo que clavó en la garganta.
Aúllan a la luz de la luna llena
de huecos,
vacía de espuma
donde harán nido las arañas
tejiendo tristeza a un túnel inmenso.
Quizá no sepan interpretar el frío
de la palma de la mano
o el camino que sigue tras el final de la raya.
De nada me sirve cerrar la ventana
a esta noche de perros
que ladran
a un horizonte sin caracolas
de humo que eleven los sueños
porque ya se ha colado el final terrible
del cuento que estaba leyendo
y están devorando un futuro intacto
dentellada tras dentellada.






 

miércoles, 23 de octubre de 2013

FARSA INSTANTÁNEA

Tan solo queda el papel;
 Infiel imagen de lo que dejó de existir
Que transmutó vidas en plano yermo de dimensión
Sin texturas, sin sonidos, sin rastro de emoción.
 


Miente la calidez del virado a sepia
Encerrando, tras su embuste,
El hielo negro de unos párpados yertos,
De manos, bocas y pies quietos.

Observan los ojos sin romper el silencio,
Vanos de alma y sobreexpuesto el gesto,
Logrando a penas sembrar anchas dudas
Que se deforman y abultan ante mis ojos ciegos.


Me acerco y observo atenta la distancia
De tangencias imposibles a mi tiempo
Y me sorprendo con similitudes de miradas
que ahora son en rostros heredados e inconexos.


Del reflejo de paz que se tragan las grietas,
Que nunca fue cierto,
Surge el ave negra que pone orden al tiempo
Y sobrevuela en círculos una antigua miseria.


Tan solo queda este papel de diez por cuatro
Poso de vida que ya no es
Donde se agolpan excelsos los años
Enmascarando de farsa la verdad de ayer.

 

martes, 15 de octubre de 2013

DOS VICTIMAS

No éramos una pareja normal; ella no quería tomarme de la mano, así que tenía que sujetarla firmemente por los hombros. Tampoco quería decirme su nombre ni a que piso debíamos subir en el ascensor una vez dentro de su portal, así que decidí por ella y elegí el tercer piso.

Al cerrarse las puertas y comenzar a elevarnos empezó a lloriquear. Primer piso y los gemidos se transformaron en gritos desgarradores que conseguían ponerme nervioso. Segundo piso y sucedió un forcejeo que precipitó una gota de sudor por mi sien. Odiaba esa reacción en las chicas, detestaba las miradas de pánico y esa debilidad…., así que puse mi mano en su boca para detener sus gritos. Tercer piso y al fin se había relajado.

Cuando el ascensor abrió de nuevo sus puertas comencé a caminar, pero ella no avanzaba. Al retirar mi mano de su boca, se me escurrió entre los brazos cayendo de bruces y con gran estruendo contra el suelo de mármol del descansillo. Mi mano había asfixiado sus gritos y también su vida. El verde de sus ojos se ancló a mi mirada y me embelesé observando cómo el ascensor, una vez tras otra, le golpeaba la cintura intentando cerrar sus puertas sin conseguirlo.

El sonido de unas llaves en el piso de arriba cortó el hilo que me unía a sus pupilas y, sabiendo que hoy tampoco conseguiría conocer el amor, bajé los escalones de dos en dos hasta salir de su portal dejando, en la huida, un rastro de violetas muertas en el jardín.

 

jueves, 3 de octubre de 2013

A SARA

Te vi, color de fresa
cuando aún compartíamos universo,
mi mundo excesivo y tu planeta escaso,
conectados en un hilo
de color morado.

Protestaste ¡y es para tanto!
pues aún no habías
decidido el cuándo.

Te empujaron a la vida
y te abrieron el telón
sin haberte preparado
aún el guión.

Azucarillo blanco,
mejillas ababol,
candorosa dulzura
se agolpa en tu corazón.

De grandes alas blancas
que planean bajo el sol
surcando un cielo preñado
de nubes de algodón.

Tu mirada, miel de abejas,
sosiega mi razón
y me embadurna el alma
con un aroma dulzón.

Hay incienso en tus ojos,
me perfuma el corazón,
emborrachando mi espíritu
con tibias gotas de licor.

miércoles, 2 de octubre de 2013

A ÁNGELA

Tristes están los girasoles
Pues solo miro tus ojos
Y no veo ya sus colores.

Abatidas crecen las amapolas
Porque yo estoy contigo
Y ahora ellas están solas.

Ya no cantan los gorriones
Y es que por mi ventana
Solo se oye tu risa a borbotones.

No vuelan ya las mariposas
Pues, bajo el sol,
Resplandeces tú más que todas las cosas.

 El cuco bajo la luna ya no canta
Porque tú solo oyes
La nana que mamá te canta.

Lloran y lloran las estrellas
Y es que en la noche
Tú brillas más que ellas.

Ya no quiere salir la luna
Cuando, de madrugada,
Estas durmiendo en la cuna.

Las abejas ya no quieren hacer miel
Pues no existe más dulzura
Que la de tu joven piel.

Y es que ya no quiero primaveras,
Ni paseos bajo el sol,
Ni que a mis pies crezca la hierba,
Sólo escuchar la música de tu voz.

Ni un bello amanecer,
Ni campos con espigas,
Tan sólo verte crecer
A ti, Ángela, mi niña.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

CINCO DE GANGSTERS, EL FIN DE UNA SAGA

 La falta de orden en mis días me procuraba unas noches con sueños intermitentes de los que salía antes que el sol empezase a desteñir la noche. Más aún cuando todavía corría por mis venas una dosis extra de adrenalina tras la captura del gran capo aquella noche.

Así que, con la mayoría de los músculos entumecidos y niebla en la cabeza, recorrí vacilante la manzana que me separaba de mi despacho donde mantenía retenido a mi reo esa noche hasta su interrogatorio por la mañana. Un café para llevar del garito de la esquina me hizo recuperar algo de movilidad de mi mano derecha, atenazada por el frío, lo cual me permitió encajar la llave en la maltrecha cerradura con cierta soltura.

Un olor a café y muerte me asaltó nada más abrir la puerta. Un olor que se adhirió a mí tan rápido y tan certero como dardos a una diana.

A mi prisionero le habían silenciado dos balas y a mí los ceros de una transferencia que se hacía efectiva al tiempo que se incrustaban los artefactos en sus sienes.

El charco sangriento donde yacía inerte aquel desgraciado alcanzaba a una escueta nota que el asesino había tenido el detalle de dedicarme. En ella me informaba de la liquidación del caso y me hacía la invitación de poner tierra de por medio con la garantía de mantener mi pellejo intacto y mis manos limpias si yo, a cambio, sellaba mis labios y me despojaba de un fragmento de mi memoria.

En el fondo de una caja de cartón tiré la misiva arrugada y la sepulté con los documentos que rompían el orden de mi mesa de escritorio. En esos casos es mejor creer que averiguar, así que deshice mi camino, caja en mano, mientras ponía en orden mi cabeza sin a penas conseguirlo.

Antes de dos horas un taxi me conducía a la estación donde tomaría cualquier expreso que saliera esa misma mañana hacia cualquier lugar, pero el rojo del carmín impreso en la boquilla de un cigarrillo abandonado en el cenicero de la parte de atrás del vehículo revolvió un recodo de mi memoria y, con una punzada en el estómago, la mirada en blanco y negro de la rubia platino de la foto se clavó en mi cabeza y me hizo dar un giro inesperado a mi vida y al taxi, que cambió de rumbo bajo mis nuevas indicaciones.

Volví al escenario de la noche anterior donde un inapreciable desorden delataba lo acontecido horas antes. El chófer dio varias vueltas a la manzana. No sabía muy bien qué le diría si la encontrase pero algo me retenía allí buscándola. Empezaban a asaltarme las primeras dudas cuando la vi aparecer al otro lado de la calle. Bajé del vehículo y me aproximé presuroso a su lado. Al verme quedó inmóvil, aterida de temor y sin entender lo que estaba ocurriendo. Su aspecto desaliñado y las marcas púrpura que asomaban a su rostro despertaron en mí oleadas de ternura que me lanzaron a proponerle una vía de escape a mi lado, un cambio de vida y de ciudad, lejos de los tentáculos de los que asfixiaban su existencia.

Así fue que ocupó el asiento de al lado en aquel expreso y mi vida hasta el final de un nuevo trayecto en el que jugarse el pellejo había quedado sin billete en alguna estación perdida.

Al día siguiente los diarios hablaban de ajuste de cuentas en el seno de la organización más sanguinaria de la ciudad, de la muerte por asesinato de Joe Peruccio “el cachorro” a manos, presuntamente, de su acólito y mano derecha, hasta ayer mi cliente. De las excentricidades y devaneos glamorosos que últimamente había mermado la magnificencia del muerto como principal motivo de la "limpieza" interna y reestructuración de la banda que se había llevado a cabo la noche de autos. También hacía referencia a la falta de escrúpulos de los integrantes del grupo organizado, dado que los gorilas que le acompañaban habían cambiado de bando y de chaqueta por una mera cuestión de ceros.

Cerré el diario con el sinsabor de saberme utilizado como simple peón en la operación que había facilitado el jaque mate del pez gordo que acabó nadando en una balsa de sangre.

De mi futuro, que ahora se movía al ritmo del swing de una rubia, todo estaba por escribir, así que me dejé llevar por traqueteo soporífero del vagón que me arrancaría para siempre de aquellas calles húmedas y mugrientas, y empecé lentamente a olvidar.




El estruendo de aplausos chocaba y retumbaba contra las paredes del teatro, nos hacía vibrar. El telón bajaba y volvía a subir para recibir aquel sonido maravilloso. El esfuerzo, los nervios, los errores, los meses de ensayo se diluían ahora entre los "bravos" que se abrían paso hacia las tablas. Decenas de rosas dibujaban elipses que morían a nuestros pies. Arriba de aquella nube saludábamos al respetable que se entregaba entusiasmado. Poco a poco empezaban a ponerse en pie y los aplausos no cesaban. Habíamos conquistado la gloria, tocábamos el cielo con nuestras manos. El orgullo me henchía el pecho y se aferraba a mi garganta. No sé en qué momento las lágrimas habían comenzado a liberar la presión de mi cuerpo. Sólo lo supe cuando noté el roce de su mano en mi mejilla. Después, una noche que le quedó pequeña a la celebración de nuestro gran éxito en el estreno.


viernes, 23 de agosto de 2013

CUATRO DE GANGSTERS

La ciudad se desdoblaba en los charcos que la lluvia había dejado durante el día. A grandes zancadas los iban deshaciendo dejando a su paso una estela de ondulaciones agitadas que amortiguaban el sonido de sus pasos. La luna llena les arrancaba una sombra alargada que arrastraban por la ciudad temblorosa que devolvía el reflejo del agua. Imprimía a su paso la seguridad que otorga el poder y esa arrogancia de no necesitar mirar atrás o leer entre las líneas de su conciencia. Claro que, notar en cada hombro el aliento de los dos gorilas que le procuraban protección, también contribuía a construir ese carácter de semiDios.

El negocio que rematarían aquella noche les había ocupado los últimos dos meses. Una intrincada red de informadores, algún que otro infiltrado y los datos arrancados de cuajo al poli soplón que les costaba un pellizco a sobornos, les había llevado hasta el mismo centro neurálgico donde se tejían las redes del tráfico de armas y la prostitución que movían más talegos en la ciudad. Aquella extorsión les iba a procurar cantidades ingentes de dinero con el que financiar las actividades al margen de la ley que su banda llevaba a cabo. Además, pensaba darse un capricho y arrancar de las garras de aquel proxeneta a la rubia que le acompañaba cada noche y hacerla definitivamente suya. La operación bien valía la pena exponer al dirigente y cerebro de la organización que, bajo una identidad falsa, dinamitaría su núcleo y bajo amenazas y coacciones, sellaría un acuerdo de colaboración y extorsión que les convertiría en el clan más poderoso.

Había quedado en recoger a su chica a las ocho y, al llegar a su puerta echó un vistazo a cada lado, otro a la esfera del reloj y el último para comprobar que sus esbirros estaban en alerta. Sumido en sus cavilaciones, apretó los nudillos y golpeó la puerta como si estuviese llamando a las mismísimas puertas del infierno. Al abrirse ésta, cruzaron sus miradas y, sin mediar palabra, le asestó un revés que le reventó el labio inferior, despidiendo al aire un hilillo de sangre que le manchó el puño de su camisa. Debió de haberlo imaginado… aquella maldita zorra había malinterpretado sus palabras y se disponía a acompañarle al gran golpe vestida como una puta barata. La escena que siguió le asqueaba; aquel miedo reflejado en sus ojos, verla agazapada y temblorosa tirada en aquel rincón… Dios!! Como odiaba la debilidad!.

Mientras ella recomponía su atuendo, él fumaba un último cigarrillo oteando la calle desde la ventana. Al mirarla de nuevo, volvió aquel deseo.., el mismo que le hacía flaquear y bajar la guardia sin tan siquiera darse cuenta. Aquella mujer le volvía loco y ese punto débil podía costarle caro, pero ¡que carajo! ¡Él era el jefe! ¡Él decía dónde, cuándo y cómo! ¡Él llevaba el mando, incluso mientras cabalgaba por sus caderas! La elegante dama abandonaba su morada colgada del brazo de su apuesto caballero. Flanqueaban la salida cuando, sin tiempo para reaccionar, un fuerte golpe en la cabeza le derribaba sobre el asfalto mojado y a la noche se le esfumaron las estrellas y la luna y ya todo era silencio y oscuridad.

Aplausos. Luces. Una mano le ayudaba a incorporarse. Aquella maldita escena iba a arruinarle la sesera; su compañero de reparto le asestó duro aquella vez. Lo habían ensayado un millón de veces y aún, con la intensidad del momento, seguía mezclándose ficción y realidad. Interpretar un tipo duro tenía esos inconvenientes.
-Estás bien? Otra vez te volví a atizar-. Se preocupó el compañero.
-Estoy bien, no te preocupes, ya habrá ocasión de devolvértela!!! jajajaja


AUSENCIAS

Si el frío es la ausencia de calor, tal vez el odio pudiera ser la ausencia de amor.

sábado, 17 de agosto de 2013

TRES DE GANGSTERS

De poli duro a detective privado de dudosa reputación tan sólo caben un par de tachones en algún que otro expediente y un chivato de medio pelo dispuesto a vender su alma al diablo por colgarse una medalla poco meritoria. Que se pudran entre rejas los cabecillas de los clanes más sanguinarios de la ciudad tan sólo era gracias a mi ir y venir de un lado a otro del margen de la ley. Pero un chivo al que le mueven los hilos los de ahí arriba es mejor recompensado que un agente que utiliza métodos poco ortodoxos para quitar de enmedio la basura que apesta en los suburbios. Así que, de la noche a la mañana, metieron mis escasas pertenencias en una caja y me largaron de allí con más pena que gloria, un expediente arruinado y una compensación económica ruinosa.

Con aquella miserable suma abrí la puerta de un despacho en la cochambre de un semisótano bastante céntrico. Desde ese cuartel general que olía a mugre y humedad, fui quitando de la circulación a algún que otro maleante de poca monta. Mis escasos honorarios apenas me daban para mantener vivos mis vicios y muerto el gusanillo a base del menú del día del antro de la vuelta de la esquina. Pero poco a poco y gracias a los insuficientes escrúpulos e ingresos de un par de excompañeros, mi clientela iba en aumento.

El día que gané cien de los grandes mi chica se largó con un engominado de tres al cuarto, dejándome la nevera y el corazón vacíos y yo, para que no doliera el hueco de su ropa interior en mis cajones, dí con mis maltrechos huesos en el templo del vicio donde aposté y perdí todo lo que tenía a un número.

Regresaba a mi despacho rumiando mis miserias cuando vi a aquel tipo esperando apoyado bajo el cartel medio caído que llevaba mi nombre y que anunciaba tristemente mi actividad. Al verme se incorporó, exhaló el humo de una última calada y me alargó su mano al tiempo que escupía su nombre.

Aquel tipo me aventajaba en estatura, en años y en preocupaciones. Con un breve movimiento de cabeza le indiqué que entrase. Después de acomodarnos con la mesa entre ambos, desplegó una serie de fotografías sobre mi escritorio y brevemente me expuso el caso. Mi olfato ya me había convencido de que el caso era un gran caso y, para disipar toda duda, la mirada en blanco y negro de una rubia desde una de las fotos acabó de convencerme. Volvía a sonreír de nuevo. Aquel cliente me servía en bandeja el pellejo de uno de los rufianes más buscados de los últimos tiempos, un pez gordo que catapultaría mi carrera. Un apretón de manos selló un pacto entre caballeros.

-Magnífico, muchachos! La escena ha salido a pedir de boca-, nos felicitó el director desde abajo de las tablas. -Quiero que bajéis a echar un vistazo al cartel de la obra, me lo acaban de traer. Es un trabajo estupendo-.

Ciertamente el cartel que empapelaria las calles publicitando nuestra obra a punto de estrenarse era magistral. El diseñador gráfico había plasmado perfectamente el espíritu del guión. Estaba todo listo para el inminente estreno... Quizá aquel foco que no había terminado de convencerme debía ser retocado. Pero eso sería mañana que por hoy ya había sido suficiente.


martes, 6 de agosto de 2013

DOS DE GANGSTERS


La vida de aquella rubia platino valía menos que la laca de uñas con la que pintaba a diario sus fracasos, pero pasar al lado oscuro de la vida es muy fácil cuando has crecido en la selva de la calle, tus sueños huelen a puchero y has pasado la mitad de tus días pensando con los pies fríos. Aún así, ante sus compañeras derrochaba arrogancia y desprecio al ritmo del swing de sus caderas, sabiendo que su escote era capaz de derretir las carteras de la mitad de los peces gordos que nadaban por aquella ciudad inmunda.

Dando por perdido cualquier atisbo de honestidad, humildad y escrúpulo, acostumbrarse a aquella vida no le había supuesto sacrificio alguno desde que la seda inundaba los cajones de su ropa interior, olía a perfume y la acompañaba algún que otro galán apuesto, que no caballero, que rellenaba su copa con el mejor champagne francés a cambio de procurarle placeres y reírle las gracias.

Mientras desplegaba sus medias de cristal en sus largas piernas pensaba en el tipo duro que había sido su cliente asiduo durante las dos últimas semanas. Desconocía su nombre, pero poco la importaba; la colmaba de caprichos y atenciones que la transportaban hacia la niñez consentida que nunca había tenido. Apenas le restaban ilusión las dosis extra de maquillaje que hubo de aplicar en algunas partes de su cuerpo desde hacía unos días. Las ventajas superaban con creces los inconvenientes y cierta porción de cinismo le permitía el comportamiento altivo que la satisfacía plenamente. ¿A quien le importaba dejarse llevar, no hacer preguntas y mantener siempre la sonrisa si colgar de su brazo la convertía en toda una señora?.

En la puerta, unos golpes secos de fuertes nudillos casi le hicieron perder la trayectoria de sus labios con el carmín, pero sabía que era él. Aún soplaban por las rendijas de su pensamiento las palabras que le susurró al oído la noche anterior: “Te recogeré a las 8. Arréglate tanto que me cueste reconocerte. Mañana será tu noche, nena”.

Tomó su bolso de mano y, con habilidad, colocó su escote en un segundo frente al espejo. De puntillas, sobre sus tacones rojos charol, voló hacia la puerta. Los gorilas de ambos lados de su galán no inmutaron el gesto bajo su sombrero cuando, en vez de un “hola muñeca” y el habitual beso apasionado mientras sus manazas volvían a descomponer lo que colocó frente al espejo, se encontró, sin mediar palabra, con que un revés hacía saltar por los aires sus ilusiones, un puñado de lágrimas y un hilillo de sangre que creció al tatuarse en la blanca pared.

Luces, aplausos. Felicitaciones del director. Un soplo de alivio se le escapó después de repetir en cinco ocasiones aquella escena, su escena, la que le consagraría por fin como actriz. Mañana estrenaban y los nervios le habían jugado una mala pasada en el ensayo general. Ahora sí, las mariposas del estómago habían levantado el vuelo y, sin más, la habían abandonado. Ahora estaba preparada.

SEGUIR

Seguir, aún sin ganas. Hacia adelante, a los lados, pero seguir... aunque sea por twitter.


lunes, 5 de agosto de 2013

UNA DE GANGSTERS


Ni yo era un detective al uso ni mi cliente un pelagatos que se conformase con una simple pesquisa, así que tocaba poner la toda chicha en el asador y ser más listo que aquel mequetrefe al que pisaba los talones. El dónde y el cuándo tan sólo era una variable de la ecuación espacio y tiempo a la que yo, perro viejo, estaba muy acostumbrado a formular. Mis contactos habían dado los frutos esperados y todos los indicios indicaban que estaba en el lugar adecuado en el momento exacto, así que apuré el gin tonic de un trago y aspiré una última calada de aquel chicote que estrellé contra el suelo para rematar con la punta de mi zapato. Abandoné aquel antro subiéndome los cuellos de la gabardina y calándome con saña el sombrero. Hoy, la noche era para los perros.

Aguardé desde una esquina a que la suerte sacase de aquel tugurio al hijo de mala madre que habría de echarme a la cara y, al verle aparecer con la rubia platino colgada del brazo, hube de templar el instinto que me empujaba a echarle el guante primero y pensar después. Ordenados pues los factores, analicé la situación calibrando hasta la respiración que se desbocaba. Ese canalla flirteaba con la rubia como un veinteañero avalado de sexapil cuando en realidad le respaldaba una visa oro de oscuro origen que había sacado a pasear antes que a la rubia.

Como si el tiempo se hubiese detenido, caí sobre él con la rapidez de un felino y, en menos que canta un gallo, mi Colt 38 le apuntaba su apestosa sien a la que habría rematado al instante de no ser porque la operación exigía un exhaustivo interrogatorio sin escatimar en las habilidades de mi compañero Harry Drake, el Panzer, experto en extraer información a cualquier sabandija que se le pusiera a tiro.

A un golpe de claqueta y al grito de “Corten!!!” se encendieron las luces y se escuchaban, al fondo del patio de butacas, los aplausos de nuestro director. Concluíamos con ésta representación nuestro último ensayo general antes del estreno y esos aplausos sonaron a música celestial en nuestros oídos. Pero las emociones aún no habían acabado; desde la tramoya desplegamos un gran cartel donde se podía leer “Feliz Cumpleaños, Director” y ahora los aplausos se dieron la vuelta y nacían del seno del escenario, donde todos los compañeros nos encontrábamos, y desde donde volaban por todo el teatro produciendo un eco inusitado. El descorche del cava y la lluvia de espuma fue el inicio de una gran noche, primera de una infinita serie en la que celebrar nuestros éxitos. ¡Felicidades, Director!!!!

viernes, 2 de agosto de 2013

AÑICOS


El silencio se hizo añicos,

La rutina saltó por los aires

Cuando llegó, centella negra y hocicos,

Algodón carbón, azabache,

Cachorro loco y cachivache.




Va comiendo las flores

de todos los tréboles,

Tocándonos el corazón a lametones,

Y, a su paso, levantando el vuelo

De mariposas y gorriones.




Del sur se da aires que caracolean,

Se enredan al tizón de sus bucles,

Desprendiendo el aroma

De tierras bandoleras.




Muerde la pereza,

le hace trasquilones,

Descompone los días a jirones.




Corre, salta, casi vuela

Espantando el reposo

De moscas y abejas.




Y, sin que el sol de estío

Le toque la frente,


Cansado sestea,

Se queda dormido……

Y el silencio compone,

Sin lograrlo del todo

Su maraña deshecha en añicos.

 

miércoles, 19 de junio de 2013

EN UNA MIRADA SEPIA


Se abren paso en el tiempo
Tus ojos de cartón
Y me hieren las palabras
Que adivino en su interior.

Quiero sentarme a tu lado,
Cogerte la mano inmóvil,
Que me cuentes de tu viaje;
Escuchar por fin tu voz.

Lentamente avanzan grietas
Que se tragan tu mundo,
Mientras tu mirada sepia
Me habla con leguaje mudo.

Quiero entenderte, lo intento.
Te doy mil vueltas,
Te sueño.
Te busco, en señales,
Te siento.

Y vuelvo a mirarte de frente.
Vuelven a hablarme tus ojos.
El silencio todo lo envuelve,
Y apenas vuelvo a entenderte.

Quizá en el rincón más remoto
De algún sueño profundo
Puedas cruzar ese puente
Que une nuestros dos mundos.

En ese rincón olvidado
De nuestra propia conciencia,
Desbrozar el camino anegado
De secretos; abrir nuevas sendas.

 

jueves, 13 de junio de 2013

NADA CAMBIARÁ MI MUNDO

Tal día como hoy vi la luz por vez primera. A mis recién estrenados 39 años aún disfruto como los niños de mi día. Me han augurado un buen año y, aunque los tiempos que corren no hacen propicio el toparse con la suerte, creo a pies juntillas en esta premonición. Sé que para mirar a la felicidad a los ojos sólo has de poseer a alguien por quién luchar y te has de topar de bruces con ella cuando buscas en tu interior las fuerzas necesarias para hacerlo y las encuentras.

Yo lo he hecho tantas veces que siento haberme encontrado a menudo con la felicidad, ese ser esquivo, casi mitológico y literario a penas. A veces he pensado que la suerte nunca estuvo de mi lado. Ahora sé que siempre ha estado ahí y que lo único que me faltaba eran unos ojos que supieran mirarla. Ahora ya lo tengo todo; mis soles, mi luna, mis estrellas, mi cielo y un universo de palabras que atravieso a menudo, que compongo y recompongo, que aderezo. ¿Qué más podría desear? Nada cambiará mi mundo.


Mónica Alarcón Illanas



lunes, 3 de junio de 2013

EL PUENTE

Abajo del puente;
Corriente continua,
Rumor cristalino.
Traspasa sus ojos
En Remanso y remolino.

Fluye sin pausa
Abriendo una brecha
Entre dos orillas;
Un tajo profundo
Que orada la tierra.

Entre los juncos
Los niños juegan,
Le tiran piedras,
Al río que se escapa
Y serpentea.

El sol perfora
La copa de un sauce
Donde trina un gorrión
Que endulza el aire.

A La sombra, una fiesta:
Gentes; más de cuarenta
Y otros que no se cuentan
Pero que se sienten cerca.

Estrechan sus lazos de antes
Los que de niños volaban al aire
Y que hoy rebobinan el mundo
Y detienen el tiempo un instante.

“Hoy nacerá un poema”.
Me dijo alguien en la fiesta
Sin imaginar que los versos
Ya volaban libres
De esta orilla a la opuesta.

Que el sol abandonó,
Ni nos dimos cuenta.
Recogimos y llevamos de vuelta
Más de lo que trajimos a cuestas.

Allí quedó el puente
Que alguien tendió un día
Para cerrar la brecha
Entre dos orillas.

Y a estos versos
En corriente continua,
Al igual que el río,
No les pondré final
Sino puntos suspensivos
…….

viernes, 31 de mayo de 2013

ÁNGELES DE NÁCAR

Pequeños ángeles,
rostro de nácar,
anhelaban partir
de su nube infantil.

Tu saber y tesón les dio alas
con las que surcar un cielo de palabras
y, al soplo de tu aliento
suave y delicado,
ponían rumbo al destino soñado.

Tus manos firmes
entrelazadas a las mías
moldeaban ese pequeño ser de arcilla.
Y a cada vuelta de torno
de manos de paciente alfarero
se descubría la esencia más pura
de su futura figura.

Así esculpimos, así tejimos
un sueño dorado
de dulces palabras cultivado.

En sus corazones
el recuerdo de estos años
permanecerá siempre cincelado
y se ha de transformar en el país de la memoria,
de piso firme y cielo claro,
donde con tan sólo batir sus alas
podrán volver a ser de nácar.



Para Asunción Cerezo, profesora de 1º y 2º de primaria de Ángela entre los años 2008-2010, por los valores que nos transmitió a niños y padres, por su saber antiguo, por esa sonrisa que nacía de sus labios cuando le hablaban esos ángeles de nácar. Gracias!!!!

jueves, 23 de mayo de 2013

HENO Y MANZANILLA


Podría haber sido un día cualquiera en el que íbamos trotando a la escuela sepultando el sonido de los pasos con nuestra propia algarabía.

Nuestra reina “Mora” podría haber roído todos los barrotes, rodado en su rueda y apurado los últimos kikos durante la noche para recibir la mañana acurrucada en su lecho de heno y manzanilla.

Pero hoy alguien olvidó poner azúcar en los besos de mamá y ese sabor amargo que se coló en nuestras mochilas era más pesado que el libro de lengua y hacían el camino mucho más largo. Hoy tocaba crecer sin que el medidor registrase centímetro alguno, tocaba aprender sin abrir un solo libro, tocaba descorrer el velo y sostenerle la mirada a la muerte mientras, entre juegos de magia y malabares, nos arrebataba a Mora para guardarla en su chistera.

Nosotras, que habíamos llorado apenas por un regaliz, por un raspón en la rodilla, por la noche al acecho de alguna pesadilla o por caprichos vanos de los que papá o mamá siempre nos habían consolado, supimos que la explosión de tristeza en plena inocencia no se contiene con diques ni barricadas, sino que arrasa a su paso el alma y apaga la chispa de la mirada. Come pedazo a pedazo la ilusión que solo el tiempo, a su paso, repara.

Mamá, en el momento justo, desplegó un pañuelo de fantasía que nos hizo correr a la ventana a buscar, entre el algodón de las nubes, la silueta de nuestra ratita acurrucada. Ya nosotras hicimos el resto y supimos que ahora sería mascota de algún niño sin cumpleaños o mejor aún; sabemos que volverá a nuestro lado el día que mi hermana pierda otro diente, pues creemos que ahora es ayudante del Ratón Pérez. Buscaremos bajo la almohada señales que nos devuelvan un poquito a Mora, nuestra ratita, que ayer por la tarde se quedó dormida en su lecho de heno y manzanilla.

viernes, 17 de mayo de 2013

ONDEAR LA LIBERTAD


Serán tus raíces intrincadas en tierras polvorientas y estoicas.
Será el mar arbolado golpeando incesante en tus orillas.
Será que al mirar el mundo la luna estaba henchida en el planeta.
O que tu sino se coló en tu ser de puntillas.


Así tu corazón se forjó al dictado de tu hado y se tornó abisal.
Y tu espíritu libre, mecido al viento, se arrancó a galopar.
Y en su camino, levantó estelas, vórtices, torbellinos…
Provocando estallidos de siemprevivas a los que sabemos mirar,
Y rechinaron sus dientes los que se atrevieron a juzgar.

 
Enarbola tu bandera, hazla ondear.
Y si se agotan tus fuerzas, cuenta con mis manos,
Abiertas de par en par.
 
 

 

DE FANTASMAS Y SUEÑOS

 
Desperté

Sintiendo que la mano helada del viento

Ya no transportaba en su aliento

El susurro de las olas del mar.



Me dejó

Un sabor a sal en los labios,

Sed de horizontes lejanos

Y alas rotas que no podían volar.


Descubrí

Los pecios de todos mis sueños

Varados, asomando los huesos,

Entre fantasmas que empezaban a surgir.


Y quedé

De rodillas en una playa sin agua

Con un futuro al que atravesaba una bala

Descerrajada en mitad de la sien.


Rebroté

De entre todas las ruinas caídas

Restañando mis viejas heridas

Que cubrieron de cicatrices mi piel.


Miré

A los ojos del tropel de fantasmas

Que ya siempre me acompañaban

Y a los que aprendí a no volver a temer.


Y Regresé

A la vida con el primer beso tuyo

Que me puso en los labios el mundo

Y nuevos sueños que endulzaron mi café.


 






 


viernes, 26 de abril de 2013

LINEAS

Las hay verticales que, paralelas,
se encuadran
y abren puertas.

Horizontales infinitas
que siegan el mar
y lo segmentan.

Yo las he visto trazadas en la tierra;
horizontales, paralelas y férreas,
que describen curvas
y, en algunos tramos, rectas.

Son las que siempre me tientan
a abandonarlo todo
y redibujarlas, divergentes, con mi estela.

Siempre preferí las tangentes
que acariciaban en un punto
las curvas tímidamente.

O las secantes, que iban más allá
y en dos puntos se atrevían
a la curva tocar.

Existen las que en punta de flecha acaban
que, colocadas perpendiculares,
señalan los cuatro puntos cardinales.

Las que en diagonal discurren,
atraviesan el corazón y lo unen
a dos puntos de coordenadas
creando figuras en el espacio proyectadas.

Paralelas son también las de mi frente
que a mi pesar se acumulan,
sin mi permiso se extienden,
y al curso del tiempo no mienten.

Transversales y oblicuas en tus manos
que en mi destino convergen
y se tocan en los puntos adecuados
que las convierten en tangentes.

Pero si he de elegir alguna
no me va a caber la duda
que me quedo con la curva
que en tus labios se dibuja.

Y en el roce con los míos
todo cálculo varía
haciendo inexacta
cualquier ley de geometría.





jueves, 11 de abril de 2013

EN EL AIRE



 Viajera del tiempo, incansable
Llevas años haciendo el equipaje
Y no acabas de marcharte;
Te vas por partes.

Tu naranja, a gajos, se esfumó temprana,
Después fueron los recuerdos,
Más tarde tu cordura y tu alma;
Tan solo te queda el cuerpo.


Manos extrañas cada día
Se empeñan en peinar tus canas
Estiran tus rizos, mas no los amansan;
No hay orfebre que dome su plata.


Tus manos, mil líneas de bienaventuranza,
Que bordaron los talles de cinco hermanas
Y que ahora, temblorosas, se agarran
A esta vida que ya no te da nada.

 Tantas cosas recuerdo….;
El rojo de tu carmín en los labios,
La manicura encendida de tus manos,
La nata de los helados en verano,
Las grietas y el sepia de tus retratos,
El cuadro azul con un tren que volaba
Y humeaba en la pared de aquel cuarto.
En los domingos, el olor del asado
Cuando en tu casa nos juntábamos.
Y aquel Jesús de chapa
Que oteaba desde lo alto de tu armario.


 No estaré triste con tu partida.
Entenderé que, con casi un siglo a tus espaldas,
Esta vida ya no es vida, sino carga.

Así que vuela, hazte liviana,
Toca el infinito cielo con tus manos
Recompón, ya por fin, tu naranja
Que allí arriba están esperando
Los gajos que hace tiempo te faltan.


 Y no creas que nos abandonas
Que aquí nos quedamos parte de tu persona;
Unas poseen tus bucles,
Otras el color de tu mirada,
Tu andar, tu acento,
Y un trocito de tu alma.


Y cuando llegues arriba
Cuídanos a todos, abuelita,
Que no nos vendrá mal tenerte
Como un ángel que nos guía.



Si te vas me haré mayor
No seré nieta de nadie
Aunque tú siempre estarás,
Mi abuela, Pepa, en el aire.

viernes, 5 de abril de 2013

ABABOLES

Dime donde están,
¿Dónde pueden haber ido?
¿Acaso alguien las robó,
Sin tan siquiera haber nacido?

En la paleta del campo
Falta el color colorado
Dime, ¿no te has enterado?

Será que han decidido
No hacer sangrar al trigo
Por eso no han ido a nacer,
Por eso vivir no han querido.

Aquellas encarnadas que en marzo
Se abrían tapizando orillas,
Laderas y anchos campos.

Aquellas intrusas menudeando
Entre las doradas espigas de los sembrados
Nos han querido dejar huérfanos
Del terciopelo de sus pétalos.

Volved a los pies de mi árbol
Que su verde es menos verde
Sin vuestro rojo encarnado.

Salpicad de escarlata los cereales,
Granad las cosechas, ababoles,
Que el viento repique vuestras campanas,
Que el viento se preñe de vuestro polen.

Derramad la belleza contenida
En vuestro efímero cáliz, maripolas,
Iluminando los campos de vida.

Delicadas amapolas,
Yerba-viento, ¿quién os ata?
¿Quién os retiene presas?
¿Quién os robó la belleza?

Volved raudas, que os requiero
En el borde de algún sendero,
En las lindes y veredas de mi pueblo.

Romped el monocromo del campo,
Papelead al viento templado,
O elevaros hasta mis mejillas
Donde pueda adivinaros.



(A día de hoy, las amapolas aún no han florecido y es algo que me ha llamado mucho la atención. ¿Acaso también nos las han recortado? ¡No, por ahí no paso!)


 


 

sábado, 23 de marzo de 2013

LABORES DE PRIMAVERA



Es que no te has dado cuenta?
Ya despertó el día y, con él,
Un rumor de primavera.

No perdamos más el tiempo,
Salgamos ahí afuera
Que debemos comenzar
Labores de primavera.

Pespuntearemos juntos el alba
Con hilos de oro y seda
Y con él nacerá un sol de tisú
Regalando rayos en hebras.

 Hilvana tú el cielo de espejos,

 Que, en destellos, mande señales
Que haga que las golondrinas vuelvan.

Yo anudaré un cascabel de trino
A los gorriones que habitan las tejas.


Habrá que almidonar las nubes,
Coserles la entretela,
Y a los aviones intrusos
Cintas blancas en su estela.

Bordar balcones y campos
De algodón y nido de abeja.
Y en los huesos de los árboles
Abotonar yemas de futuras promesas.

Juntemos palitos y lana en hebras
Con el que tejer su nido las cigüeñas

Que han de poblar campanarios
Y de niños, pueblos y aldeas.

Frunciremos el talle a la noche
Sacaremos el dobladillo a los días
Y puntada tras puntada
Uniremos el calor al mediodía.

Adornaremos el aire con un encaje
Donde mariposas y abejas dancen,
Que ya nos falta poco
Para acabar la faena.

 Tan solo nos queda bordar
De flores la tierra entera,
Zurcir las corrientes de agua
Y remendar descosidos
Que el invierno nos deja.

Listo. Vistamos, pues, la primavera
Pongámosle esta túnica a la tierra.
Mira que bello está ahora el mundo,
Y ese estampado ¡¡que bien le sienta!!

Satisfechos nos miramos y sonreímos;
Tan solo una cosa me queda:
Guardé para tí un retal de calor
Que uniré a tus sienes con destreza
Y derretirá la nieve que tanto te pesa.
 
 
 
 
Poema "Labores de Primavera" de Mónica Alarcón
Ilustraciones, rapsodia y montaje de Llorenç Serrahima
 
 
Gracias por este regalo inesperado, Llorenç. Ha sido una sorpresa estupenda!!!!

martes, 19 de marzo de 2013

NANA DE CARTÓN

He cogido todo el amor del mundo y lo he transformado en una nana. Una nana para mi hermana, Esther Alarcón, porque con su vientre, en cuarto creciente y pronto plenilunio, nos ha devuelto la ilusión por la vida, por la nueva vida. Besos.




 


NANA DE CARTÓN

Una luna de plata
En la nube espera
A que cierres los ojos
Al son de duermevela.

Duerme pronto, mi niño,
No demores la espera
Y parte con el sueño
Mientras mamá te vela.

Duérmete niño y sueña
Duérmete hasta la aurora
Que en el sueño de un niño
Hadas y duendes moran.


Surca el sueño en un caballo de cartón
En la espuma de una nube imaginar
Que en su lomo puedes atrapar el sol
Sueña, niño, nunca dejes de soñar.



En la noche que empieza,
Lejos de la mañana,
Has de arrullarte en los versos
Que las estrellas cantan.

Y aquel rayo de luna
Que entra por la ventana
Pleno de luz, te besa,
Te pinta entero de plata.

Nunca temas, mi cielo,
Volar lejos del mundo;
Eres libre en tu sueño
No pierdas ni un segundo.


Surca el sueño en un caballo de cartón
En la espuma de una nube imaginar
Que en su lomo puedes atrapar el sol
Sueña, niño, nunca dejes de soñar.



Con las luces del alba
Ha de empezar tu día.
Mi cielo son tus ojos
Tu risa, mi alegría.

Aunque crezcas un día
No pierdas la ilusión,
La magia y la fantasía.
Sé siempre un soñador.


Surca el sueño en un caballo de cartón
En la espuma de una nube imaginar
Que en su lomo puedes atrapar el sol
Sueña, niño, nunca dejes de soñar.




Desde el recóndito lugar donde se esconde el calor de noviembre de 2012.


 
 NANA DE CARTÓN, voz Mónica Alarcón





NANA DE CARTÓN, voz Beatriz Salas
 
 
 




Quiero agradecer algunas colaboraciones que han hecho posible este proyecto.

En primer lugar a Carlos Capdevila, de Manda Carallo, que fue el primero en ver nuevas perspectivas para esta nana y la acunó al arrullo de su guitarra. Me ilusionó abriéndome nuevos caminos. Gracias.
A Patricia G. Estrada, porque acogió mí propuesta con mucha generosidad y me prestó su voz inmensa para que la nana desplegase sus alas y fluyese mágicamente. Porque su crítica me hizo pensar mucho en el estribillo, espoleó mi imaginación y, gracias a ella, podemos “surcar el sueño” e “imaginar en la espuma de una nube”. Gracias.
A Beatriz Salas, por poner voz al segundo vídeo publicado, voz que penetra en el corazón. Porque cuando escuchó por primera vez la nana se quedó con ganas de más y sus ganas fueron musas para mí que hicieron surgir tres versos más. Gracias.
Y, por supuesto, a mi maestro Llorenç Serrahima, por su crítica constructiva que tanto me ha aportado, por darme la mano en este mundo de poetas y mostrarme sus maravillas, por alentarme, por enseñarme el arte de declamar, por estar ahí siempre. Gracias.


 











 
 

miércoles, 27 de febrero de 2013

HOY NO HABRÁ FUNCIÓN


Amaneció sin amanecer.
Hoy no habrá función.
En el diáfano escenario
las Musas descuelgan lunas,
soles y estrellas de atrezzo,
barren la nieve de aquel rincón.
Hoy no subirán el telón.
En el reparto, un nuevo ángel
que aún ha de aprender el guión.
Hoy no habrá función.

 
 

viernes, 15 de febrero de 2013

FRESAS


Esta mañana,
el rojo de las fresas de los puestos
ha venido a susurrarme al oído
que, airado, el invierno
prepara su equipaje
y, para el próximo viento del sur,
ha sacado un pasaje.


lunes, 11 de febrero de 2013

SER ESTRELLA

A veces quiero ser aquella estrella
que una noche de verano
me señalaste en el cielo
y me dijiste: “te la regalo”.

Aquella a la que prometimos mudarnos
cuando al fin podamos volar
para escapar de la tierra
y no volver jamás
ni en espíritu, ni en ángel,
ni en ser paranormal.

A veces quiero ser ella; la estrella.
Volverme transparente en los días
y, cuando todos duerman,
volver a brillar anónima y pasajera,
constelada y mitológica; estrella cósmica.

Ser ella, la estrella,
que sutil en el mar riela,
siendo norte de algún marino,
guía firme para su navío.
Ser la musa de poetas,
la luz de un beso enamorado,
destello suave en el cielo de verano,
fugaz en un instante acelerado.

Y en las noches de frío invierno
arroparme con un rabo de nube,
dormir con la nana de algún Querube
y rendirme en los brazos de Morfeo.

La estrella, nenúfar de cielo,
que a veces baje al suelo
para nadar reflejada en un estanque,
ondular en la corriente
de un pequeño riachuelo,
o deslizarme en la obertura de un brocal
para anidar en su profundidad.

Esa estrella, ni grande ni pequeña,
que aún después de dos mil años
de saberse ya extinta
su reflejo sigue llenando
un pedazo de cielo al caer el día.

Y, en un agosto cualquiera,
si ya no quiero ser estrella,
me transformaré en Perseida,
lágrima de San Lorenzo,
que cruce de punta a punta el cielo
para cumplir algún deseo.

Tan solo a veces
es lo que quiero.















Podeis escuchar el audio de este poema en el blog de Beatriz Salas pinchando en esta dirección:
http://beatrizsalas10.blogspot.com.es/2013/04/monica-alarcon-ser-estrella-del-blog.html

miércoles, 6 de febrero de 2013

ETERNIDAD

Furtivo e imprevisto, un aciago día habrá de llegar,
en que gire el gozne que me abra paso a la eternidad
y mi estado material se vea trocado,
en miríadas de corpúsculos transformado.

Entrégame al viento que quiero mecerme a su paso,
a la brisa suave de la mañana,
volar libre y sin un rumbo elaborado
hacia estepas solitarias y extensos páramos.

Anidaré en la tierra, me mezclaré en su esencia
y en susurros le hablaré a la primavera.
Haré estallar los campos en rubores
y treparé por los tallos de las flores.

Mi piel de pétalos volverá a ser joven,
fresca y lozana luciré encarnada.
Sentirás que vivo para siempre
tapizando anchos campos escarlatas.